sábado, 8 de diciembre de 2007

Sueños parabólicos

Cine

tres personas en la sala

Una de ellas , la que les está escribiendo.

14 kilómetros

son los que separan Àfrica de la Península Ibèrica. 14 malditos kilómetros. 

Muchos más son los que recorren los protagonistas de esta historia que procedentes de Mali, atravesando el continente en busca de un soñado futuro en Europa.

Cada uno tiene su motivo; para ella es la huida de una boda forzosa, huye de un presente espantoso: Europa soñada y libre.

Para otro es la huída de un futuro sin alicientes, sin ninguna posibilidad de mejora. Con sus habilidades enterradas en un polvoriento taller mecánico. Con su habitación forrada de pósters de Eto. Sueños de riqueza, sueños de culebrones de blancos. 

De parabòlicas en las chabolas de Casablanca y en todas partes.


La película retrata no con toda su crudeza pero si con dureza ese trayecto tanto vital como por el territorio de los tres protagonistas. 

Asi como Winterbottom en In this World traza un falso documental durísimo a la vez que hermoso de la huída hacia la tierra prometida, esa Europa ansiada, de los protagonistas, en este caso nos encontramos con una película, bella y no tan cruda, pese a ser dura. Toca la fibra y es necesaria, aunque yo prefiero la de Winterbotom. Pese a todo ambas tienen su razón de ser y existir.


Paisajes de Àfrica, hermosos, interminables. El desierto, dunas de colores cambiantes: blanco, amarillo, naranja. La belleza , majestuosidad y terror del desierto. 

He recordado las  magníficas dunas de  Merzouga, en Marruecos, lo mas cerca que he estado del desierto. Tan bellas, tan frías durante la noche y tan espantosamente cálidas de día. Esa arena tan fina y ese viento que la arrastra constantemente...y ver salir el sol desde lo alto de esas montañas de arena, Argelia a un lado...

Me recuerdan también a las asombrosas dunas de Vietnam, aunque poco tienen que ver, acaso el color...y la pobreza de sus gentes...


Marruecos, donde convive el siglo XXI con la edad media, a unos pocos quilómetros uno de otro. Donde en un pueblo van las mujeres de todos los colores y al siguiente las mujeres muestran un solo ojo, ocultas tras un riguroso hábito negro. Donde en los mercados, los negros de África profunda son tratados como esclavos por los marroquíes que los utilizan en trabajos durísimos como tintoreros, tiñiendo de índigo los ropajes, como se haría en la edad media  con altissimas temperaturas...con ese calor

y ellos tienen esa mirada de  ojos tan grandes, tan oscuros, y temerosos... y esos fuertes brazos manchados de azul, sudorosos, esperando supongo, acabar ese intermedio en Fez, Meknés o en donde sea, hacia esa tierra prometida: Tarifa.

Y luego Casablanca, con la mezquita construida por Hassan II que es una vergüenza de derroche y despilfarro, llena de mármoles por todas partes y financiada segun dicen a costa del salario de un mes de los funciionarios  y de los guiris que sueltan 10 euracos o más por ver una mezquita de dudoso gusto de nuevo rico, llena de brillos y construcción megalomaniaca, vacía, sin uso. De las pocas mezquitas donde pueden entrar los extranjeros. Justo al lado de tamaña construcción encontramos el "pintoresco" barrio de las chabolas de Casablanca en cuyas "calles" no me atreví a poner ni un  pie. Me comen viva y no me extraña. Chabolas que a penas se tienen en pie al lado de esa construcción faraónica...todas LLENAS DE PARABÓLICAS

Porque marruecos es una parabólica


En un momento de la película uno de los protagonistas le dice al otro: "Tenemos que ir a Europa, yo quiero vivir como lo hacen los blancos de los culebrones. Allí nadie pasa hambre. El dinero sale de debajo de las piedras."


En otro momento, los Tuaregs, amables e hospitalarios, hablan del error de la huida del continente. Del error global de un país que, teniendo el futuro y la riqueza en si mismo, busca el camino en la huída adelante, en este caso a otros paises. La sabiduria del tuareg...


Al final de la película , aparecen unas frases de Rosa Montero. No las recuerdo literalmente pero vienen a decir : y seguiran viniendo, porque no se pueden poner fronteras a los sueños


esa es la idea


no cuento más por si la veis.


14 kilómetros, debería verse en las escuelas. Probablemente se hará. Es apta para todos los públicos y puede lograr que la gente, la masa, todos...empecemos a mirar la gente que viene de tan lejos, de otra época, otro lugar, de la miséria de nuestros despojos...de un modo distinto,


aunque tu y yo siempre lo hemos hecho...:)


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